Noticias sobre dos proyectos de arquitectura civil de Agustín Sanz al servicio de la Casa de Híjar: la rehabilitación y ampliación del Horno de La Puebla de Híjar (1767-1768) y la nueva Casa del administrador de Samper de Calanda (1771-1772).

Por Javier Martínez Molina


INTRODUCCIÓN


Agustín Sanz Alós (1724-1801)1, que entrada la década de 1770 llegaría a ser el arquitecto más prestigioso de Aragón, una condición que mantendría el resto de su vida, fue también el arquitecto de confianza en Aragón del IX Duque de Híjar, Pedro de Alcántara de Silva Fernández de Híjar y Abarca de Bolea (1741- 1808)2, entre 1765 y 1801, año de su muerte, gracias a su gran calidad y eficacia profesional. Durante este largo periodo, en el que llegaría a ser el principal difusor en tierras aragonesas del ideal arquitectónico clasicista propugnado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, no sólo se encargó de diseñar los edificios de mayor importancia y empaque que fue necesario construir en las posesiones de la Casa de Híjar en Aragón, como fue el caso de las Iglesias parroquiales de Urrea de Gaén y Vinaceite, sino también de idear la reforma, ampliación o nueva construcción de numerosos edificios de escasa envergadura o carácter eminentemente utilitario (molinos, hornos, posadas, graneros, casas para labradores, casas para administradores, acequias...), en los que, no obstante, plasmó toda su sabiduría como arquitecto, intentando siempre perfeccionar sus respectivas tipologías3. Este fue el caso de los dos proyectos que me ocupan en este artículo: la rehabilitación y ampliación del Horno de cocer pan de La Puebla de Híjar (1767-1768) y la nueva Casa del administrador del duque de Híjar en Samper de Calanda (1771-1772).


Firma de Agustín Sanz.

EL PROYECTO DE REHABILITACIÓN Y AMPLIACIÓN DEL HORNO DE COCER PAN DE LA PUEBLA DE HÍJAR (1767-1768)

   A mediados de 1767 Agustín Sanz recibió el encargo de concebir la rehabilitación y ampliación del Horno de cocer pan de La Puebla de Híjar (Teruel), que pertenecía al señor de dicha localidad, el IX Duque de Híjar, que llegó a ser el principal mecenas privado de Agustín Sanz. Este edificio era uno de los puntales básicos del régimen señorial en La Puebla de Híjar y una de las fuentes de ingresos más importantes de la Casa de Híjar en la localidad, ya que era un auténtico monopolio señorial sobre el cual el duque ejercía los derechos privativo (estaba prohibido construir otro horno en el pueblo) y prohibitivo (sus vasallos no podían llevar las masas de pan a cocer a otro horno que no fuera el suyo). Por ello, todos los habitantes del lugar se veían obligados a cocer sus masas en el horno ducal, aunque previo pago de un canon, que recibía el arrendatario del horno, que a su vez pagaba al duque un alquiler anual. Sin embargo, como contrapartida, el propietario estaba obligado a garantizar la calidad del servicio que ofrecía su monopolio, calidad que los usuarios podían reclamar, precisamente lo que ocurrió en este caso.

A principios de 1767 los vecinos de La Puebla de Híjar comenzaron a quejarse de la mala calidad de las cocciones del horno de la localidad, que era de dos ollas o bocas, quejas que llegaron a la Administración General de la Casa de Híjar en Aragón y al propio duque, que decidieron atajar el problema y aprovechar la coyuntura para plantear la ampliación del edificio mediante la creación de un segundo piso sobre el horno con el fin de poderlo destinar a granero de la Administración Local de la Casa de Híjar en La Puebla, ya que los almacenes de los que disponían eran inadecuados para la correcta conservación del grano, dado que los graneros ducales servían desde hacía más de una década como templo provisional a raíz de la construcción de una nueva parroquial.

En un primer momento, a mediados de agosto de 1767, se pensó en encargar al maestro de obras que se encargaba de la construcción de la nueva Iglesia parroquial de La Puebla de Híjar, Joaquín Cólera, y a uno de los oficiales más destacados que participaban en dichas obras, Bernardo Bielsa, que calcularan por separado el coste de la construcción del granero sobre el horno, granero que el administrador local quería que fuera de dos pisos con el fin de nivelar la altura del horno con la de los edificios circundantes y evitar así lo daños derivados de la diferencia de alturas4. Sin embargo, estos profesionales no llegaron a ocuparse del proyecto, sino que José Faure y Oto, administrador general de la Casa de Híjar en Aragón, decidió que el encargado de concebir y calcular tanto la rehabilitación del horno como su ampliación en altura fuera el arquitecto de referencia de la Casa de Híjar en Aragón, Agustín Sanz, que se encargaba ya de la supervisión general de las obras de la iglesia parroquial5.

Agustín Sanz se hizo cargo del proyecto aprovechando un viaje a La Puebla para visurar las obras de la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora por segunda vez, viaje que tuvo lugar a principios de octubre de 1767 y durante el cual inspeccionó el horno y planteó la reparación al menos coste para que quede perfecto6. Sin embargo, no sólo se limitó a concebir su rehabilitación sino también su amplia¬ción, por lo que a principios de noviembre de 1767 se vio obligado a solicitar que Joaquín Cólera tomara para él las medidas generales del edificio, que no había llegado a obtener durante su viaje. Fruto de ello he podido determinar que el solar del edificio medía 152 palmos y 3/4 de largo (29’48 metros) y 212 palmos y 3/4 de ancho (41 metros), mientras que la olla de cocer pan que debía demolerse y hacerse nueva tenía 25 palmos de diámetro (4’825 metros)7.

Una vez obtenidas las dimensiones del edificio, Agustín Sanz procedió a elaborar el diseño para la ampliación del inmueble en altura, así como el proyecto constructivo y el cálculo de costes tanto de la rehabilitación del horno (que incluiría la creación completamente de nueva planta de una de las dos ollas del edificio) como de la construcción de de dicha ampliación. Sin embargo, a principios de diciem¬bre de 1767 todavía no había concluido y remitido a La Puebla de Híjar estos documentos, ya que el 6 de dicho mes, el administrador local pidió a José Faure que le enviara cuanto antes el diseño así de las obras como de la olla, que lo esperan los pretendientes de la obra con ansia, petición que le volvió a reiterar el día 20. El envío del diseño, con su explicación de la obra del orno tuvo lugar finalmente hacia el 23 de diciembre de 1767, muy poco después de que Sanz concluyera estos documentos. Una vez en La Puebla de Híjar, fueron estudiados y probablemente copiados por Joaquín Cólera antes de su devolución, que tuvo lugar el 27 de diciembre. Sin embargo, en una carta fechada unos días antes, el 23 de diciembre, Faure había comunicado al administrador local que de momento sólo debía procederse a acometer la obra de rehabilitación, que afectaba a las dos ollas de cocción, mientras que la de ampliación se debía dejar para más adelante, algo que tuvo que ver probablemente con las limitaciones económicas derivadas de los enormes gastos que el duque estaba sufriendo con motivo de las obras de la propia Iglesia parroquial de La Puebla, que estaban en pleno desarrollo bajo financiación suya8.

La rehabilitación del horno tuvo lugar finalmente, según se trasluce de la docu¬mentación, a partir de mediados o finales de mayo de 1768, para lo que intervino y dio reglas Agustín Sanz, obra que se centró en la reparación de la olla más antigua y en la demolición y construcción de nueva planta de la más reciente, pues tiene la holla mucha elevación y esto no se puede enmendar sin disacerla. Por el contrario, todo parece indicar que la obra de ampliación en altura para crear el granero no llegó a acometerse, ya que no he encontrado constancia documental de ello. Además, muy poco después, en 1772- 1773, se procedió a ampliar el granero ducal propiamente dicho, que durante las obras de la parroquial había servido como iglesia provisional, lo que hizo innecesario construir la ampliación del horno, que estaba destinada al mismo fin9.

El antiguo Horno de cocer pan de La Puebla de Híjar no se conserva en la actua¬lidad, aunque si la memoria aproximada de su ubicación, ya que la calle donde se situaba se denomina todavía Callizo del Horno. Por este motivo no he podido valorar el edificio desde un punto de vista arquitectónico ni determinar fehacientemente si el proyecto de ampliación de Agustín Sanz llegó a acometerse o no.



Vista aérea de La Puebla de Híjar en la actualidad. En el centro de la foto se observa la zona
donde se ubicaba el Horno de cocer pan (foto: Ayuntamiento de La Puebla de Híjar).

EL PROYECTO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA CASA DEL ADMINISTRADOR DEL DUQUE DE HÍJAR EN SAMPER DE CALANDA (1771-1772)

   A las seis de la tarde del 17 de junio de 1767 se derrumbó por completo, hasta los cimientos, la casa que los duques de Híjar tenían en la localidad turolense de Samper de Calanda, en la que poseían propiedades (aunque no eran señores de la misma), como consecuencia de un gran temporal de viento y del propio deterioro del edificio. Este inmueble albergaba la administración local de la Casa de Híjar en la localidad, la vivienda del administrador, probablemente el granero ducal y a la vez servía como residencia de los duques y administradores generales cuando visitaban la localidad10. Curiosamente, Samper era el pueblo vinculado al señorío de Híjar (al que no pertenecía como tal pero con el que colindaba físicamente) del que los duques menos rentas obtenían y en el que menos edificios poseían dado que, al no ser señores del mismo, carecían de monopolios señoriales (horno, molino...). Tenían sólo casa, corral, hera y pajar11, así como algunas propiedades rústicas.


Vista general de Samper de Calanda en la actualidad.

   Paradójicamente, el derrumbe del edificio, que no causó daños personales, no trajo consigo la construcción inmediata de una nueva casa, sino que ésta se fue posponiendo, sin duda por las limitaciones económicas derivadas de los grandes gastos que el duque de Híjar estaba teniendo en la fase final de las obras de la cercana Iglesia parroquial de La Puebla de Híjar. Por este motivo, el proyecto no se impulsó hasta mediados de 1771, una vez terminado el mencionado templo en lo fundamental (aunque no se bendijo hasta enero de 1772)12, lo que permitió liberar ciertos fondos. Así, a mediados de julio de 1771, el duque trató sobre el asunto con el administrador general de sus estados en Aragón, José Faure y Oto, que encargó al arquitecto de referencia de la Casa ducal de Híjar en tierras ara¬gonesas, Agustín Sanz, que diseñara el nuevo edificio. Meses después, el 16 de diciembre de 1771, Faure volvió a escribir al duque de Hijar sobre este asunto, indicando, al parecer, que Sanz estaba elaborando la traza de la nueva casa. Por este motivo, en su contestación, que llevó a cabo el 8 de enero de 1772 a través de su secretario, Alfonso de Velasco, el duque de Híjar expresó que quedaba a la espera de recibir el plan de Agustín Sanz para resolber lo que le pareciere combeniente, en cuia inteligencia dispondrá Vuestra Merced su remesa, encargando a Sanz exponga también su coste, cuidado de que sea acomodado13. Según se deduce de estas palabras, el duque también pidió que Sanz calculara los costes de la construcción del edificio para poder estar informado con precisión sobre el tema, cuidando de que dichos costes fueran moderados y adecuados al tipo de inmueble necesario.

La fecha exacta de la conclusión del diseño y de su envío por parte de Agustín Sanz no la he podido determinar por las importantes lagunas que presenta la documentación del antiguo Archivo Ducal de Híjar correspondiente a la década de 1770. Por este mismo motivo, tampoco he podido establecer las fechas de construcción del edificio ni quiénes fueron los artífices materiales del mismo.

Por otro lado, las propias características arquitectónicas de la Casa del administrador de Samper tampoco las he podido establecer por el momento, ya que por un lado, la documentación localizada, que es muy escasa, no aclara este aspecto, y por otro, dado que aún no he podido determinar su ubicación exacta, algo que espero poder subsanar en un futuro, no me ha sido posible identificar el inmueble en caso de que se conserve todavía, aunque cabe la posibilidad de que haya des¬aparecido o esté muy transformado. No obstante, a tenor de las características de la arquitectura civil doméstica diseñada por Agustín Sanz a finales de la década de 1760 y comienzos de la de 1770, cabe suponer que la Casa del administrador de Samper respondería exteriormente a unos parámetros estéticos muy austeros y sobrios, acordes con el gusto que estaba empezando a dominar en la España de la época de la Ilustración, pero que a la vez entroncaban perfectamente con la tradición de la arquitectura civil aragonesa, caracterizada por la marcada sobriedad y simplicidad de sus exteriores. De hecho, la articulación de las fachadas del edificio, especialmente de la principal, que estaría despojada de toda decoración superflua, se basaría en la ordenación seriada y simétrica de sus vanos y en la presencia y buena proporción del alero que la coronaría, que probablemente sería un alero en caveto o de media caña, como fue habitual en la arquitectura civil de Sanz de finales de la década de 1760 y principios de la de 177014.

Al interior, el edificio sería muy austero a nivel decorativo, más teniendo en cuenta que era simplemente la casa del administrador, pero sin renunciar a una sobria dignidad que era muy del gusto de Sanz y del propio duque, que se reflejaría especialmente en la buena y lógica disposición y ordenación de los espacios interiores. Sin duda, la planta baja, además de albergar el zaguán o vestíbulo de acceso al edificio y la caja de escaleras, se destinaría a las oficinas del administrador, dando paso probablemente al granero de la Administración Local de Samper, que posiblemente sería un apéndice del edificio principal. En la planta primera o noble se ubicaría la vivienda del administrador, que podría ser ocupada por el duque o su administrador general en Aragón cuando estuvieran de visita en la localidad. En caso de haber una segunda planta, ésta se destinaría en parte para alojamiento de la escasa servidumbre que tendría el administrador, que debía vivir con austeridad pero con una dignidad suficiente ya que era el representante de la Casa de Híjar en la localidad y por tanto la imagen del duque ante los vecinos del pueblo. Probablemente, al ser un edificio que debía cumplir con diversas funciones (alojamiento, almacenaje...) existiría un último piso, justo debajo de la estructura de madera del tejado, a modo de falsa, que estaría destinado a la ventilación del edificio y al almacenaje y conservación de ciertos enseres y productos.

Rev. 1.1

NOTAS A PIE DE PÁGINA:


1 Véanse las últimas aportaciones sobre Agustín Sanz en SERRANO MARTIN, E., <<Agustín Sanz (1724- 1801), arquitecto del Duque de Híjar>>, en CASAUS BALLESTER, M. J. (coord.), Actas de las Jornadas sobre: El Señorío Ducado de Híjar, Andorra, Ayuntamiento de Híjar y Centro de Estudios del Bajo Martín, 2007, pp. 293-319; MARTINEz MOLINA, J., <<Agustín Sanz, un arquitecto ilustrado al ser¬vicio del poder señorial», en MARTINEz MOLINA, J., ORTIz CRuz, D., y ULIAQuE ARRuEGO, I., Cuadernos del Ducado de Híjar 1: El Legado Cultural, Teruel, Archivo Ducal de Híjar-Archivo Abierto y Centro de Estudios del Bajo Martín, 2008, pp. 69-98; MARTINEz MOLINA, J., <<La nueva Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora de La Puebla de Híjar: la intervención del arquitecto ilustrado za¬ragozano Agustín Sanz (1765-1772)>>, Artigrama, 23, Zaragoza, Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, 2008, pp. 539-564; MARTINEz MOLINA, J., <<Nuevas aportaciones al estudio de la Puerta del Carmen de Zaragoza (1787-1795)>>, Artigrama, 24, Zaragoza, Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, 2009, pp. 443-466; MARTINEz MOLINA, J., <<El Cuartel de Convalecientes de Zaragoza (1792-1799), un ejemplo de domus militaris de la época de la Ilustración», Artigrama, 25, Zaragoza, Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, 2010, pp. 465-490; MARTINEz MOLINA, J., <<La Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz de Zaragoza, obra de Julián Yarza Ceballos y Agustín Sanz (1769-1780)>>, Academia. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 112-113, Madrid, Real Academia de Bellas Ar¬tes de San Fernando, 2011, pp. 115-151; MARTINEz MOLINA, J., <<Las cinco Casas en hilera para quiñoneros y el Oratorio de San Antonio de Padua del Monte del Ceperuelo de Híjar (1771-1775), obra del arquitecto ilustrado zaragozano Agustín Sanz », Rujiar, 13, Teruel, Centro de Estudios del Bajo Martín, 2012, pp. 183-204; MARTINEz MOLINA, J., <<El Horno de cocer pan de Urrea de Gaén (1769-1771), un destacado edificio utilitario de la época de la Ilustración diseñado por el arquitecto zaragozano Agustín Sanz», Rujiar, 13, Teruel, Centro de Estudios del Bajo Martín, 2012, pp. 205-221; MARTINEz MOLINA, J., <<La Casa-palacio de Simón Ignacio Tarazona en Zaragoza (1770-1771), obra del arquitecto ilustrado Agustín Sanz>>, Artigrama, 27, Zaragoza, Departamento
de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 475-496; y MARTINEZ MOLINA, J., <<Juan Bautista Casabona, un indiano en la Zaragoza de la Ilustración: estudio de su casa-palacio (1768-1769), obra del arquitecto Agustín Sanz>>, Cuadernos de Estudios del Siglo XVIII, 23, Oviedo, Universidad de Oviedo-Instituto Feijoo del Siglo XVIII, 2013, pp. 101-128.

2 Véase una breve aproximación a la biografía del IX Duque de Híjar en MARTINEZ MOLINA, J., El Conjunto Palaciego de los Condes de Aranda en la villa de Épila, Zaragoza, Institución <<Fernando el Católico>> (CSIC), 2010, p. 42. Véanse más datos sobre el personaje en varios escritos de la Dra. Mª José Casaus Ballester, gran estudiosa de la historia de la Casa de Híjar: CASAUS BALLESTER, M. J., Archivo Ducal de Híjar. Catálogo de los Fondos del antiguo Ducado de Híjar (1268-1919), Valencia, Diputación General de Aragón e Instituto de Estudios Turolenses, 1997, pp. 251-252; y CASAUS BALLESTER, M. J., La pinacoteca de la Casa Ducal de Híjar en el siglo XIX. Nobleza y coleccionismo, Zaragoza, Institución <<Fernando el Católico>> (CSIC), 2006, pp. 15-16 y 122.

3 Véanse las últimas aportaciones sobre este tema en MARTINEZ MOLINA, J., <<La nueva Iglesia de la Natividad...», op. cit., pp. 539-564; MARTINEZ MOLINA, J., <<Las cinco Casas en hilera...», op. cit., pp. 183-204; MARTINEZ MOLINA, J., <<El Horno de cocer pan...>>, op. cit., pp. 205-221.

4 Archivo Histórico Provincial de Zaragoza (A.H.P.Z.), Archivo Ducal de Híjar (A.D.H.), Sala I, Leg. 465, Doc. 3, Caja 1. Cartas del Administrador Local de La Pue¬bla de Híjar, 1767 (Cartas de 23-VIII-1767, 30-VIII-1767 y 6-IX-1767).

5 A.H.P.Z., A.D.H., Sala III, Leg. 46, Doc. 1, Respuestas a Su Excelencia 1767 (Carta de 17-X-1767).

6 A.H.P.Z., A.D.H., Sala III, Leg. 46, Doc. 1, Respuestas a Su Excelencia 1767 (Carta de 17-X-1767).

7 A.H.P.Z., A.D.H., Sala I, Leg. 465, Doc. 3, Caja 1. Cartas del Administrador Local de La Pue¬bla de Híjar, 1767 (Carta de 8-XI-1767).

8 A.H.P.Z., A.D.H., Sala I, Leg. 465, Doc. 3, Caja 1. Cartas del Administrador Local de La Pue¬bla de Híjar, 1767 (Cartas de 6-XII-1767, 20-XII-1767 y 27-XII-1767).

9 A.H.P.Z., A.D.H., Sala I, Leg. 465, Doc. 3, Caja 2. Cartas del Administrador Local de La Puebla de Híjar, 1768 (Cartas de 17-I-1768 y 24-V-1768); A.H.P.Z., A.D.H., Sala II, Leg. 35, Doc. 12. Cartas del Administrador Local de La Puebla de Híjar, 1772 (Cartas de 1-III-1772 y 3-III-1772).

10 A.H.P.Z., A.D.H., Sala I, Leg. 465, Doc. 3. Cartas del Administrador Local de Sam-per de Calanda, 1767 (Carta de 27-VI-1767).

11 A.H.P.Z., A.D.H., Sala III, Leg. 88, Doc. 2. Cartas Órdenes del Señor Duque, 1772 (Carta de 25-VII-1772).

12 A.H.P.Z., A.D.H., Sala II, Leg. 35, Doc. 3. Cartas del Administrador Local de La Puebla de Híjar, 1771 (Cartas de 16-VI-1767 y 11-VIII-1771). A.H.P.Z., A.D.H., Sala II, Leg. 72, Doc. 1-1-25, Papel nº 1.

13 A.H.P.Z., A.D.H., Sala III, Leg. 88, Doc. 2. Cartas Órdenes del Señor Duque, 1772 (Carta de 8-I-1772).

14 Sobre la arquitectura civil doméstica de Agustín Sanz de finales de la década de 1760 y prin-cipios de la de 1770, véase MARTINEZ MOLINA, J., <<La Casa-palacio de Simón...», op. cit., pp. 475-496; y MARTíNEZ MOLINA, J., <<Juan Bautista Casabona, un indiano...», op. cit., pp. 101- 128.

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